Las secuencias
textuales
Uno de los
modos de acceder con mayor facilidad a los textos escritos es observar las
regularidades que aparecen en ellos. Estas regularidades han sido descriptas
desde diferentes perspectivas; por ejemplo, según la situación comunicativa o
el ámbito de circulación, los textos tienen distintas propiedades por
pertenecer a un género discursivo o a otro. Asimismo, los textos también han
sido estudiados por las regularidades en su estructura, es decir, por su
organización interna. Por ejemplo el lingüista Michel Adam planteó que esta
organización se relaciona con el predominio de una secuencia textual. Según este autor las secuencias son unidades mínimas
de composición textual, es decir, conjuntos de enunciados que se organizan de
una manera particular. En función de su organización, las secuencias textuales
propuestas son seis: narrativa, descriptiva, expositivo-explicativa,
argumentativa, dialogal e instruccional.
La secuencia narrativa se caracteriza por presentar una
sucesión de acciones o eventos finalizados. La secuencia narrativa predomina en
el género discursivo cuento, pero también en géneros que no pertenecen a la
ficción, como por ejemplo la crónica periodística o los manuales de historia
La secuencia descriptiva se caracteriza por presentar los
rasgos salientes de un objeto, persona, paisaje o acción. Este tipo de
secuencias predomina, por ejemplo, en el género guía turística, en el que
también suelen aparecer insertas secuencias narrativas para, entre otras
posibilidades, contar sucesos relacionados con el lugar que se describe.
La secuencia expositivo-explicativa se vincula con el análisis y la
síntesis de conceptos. En este sentido, los textos en los que predomina este
tipo de secuencia responden siempre a una pregunta que puede estar formulada
explícita o implícitamente. En general, en este tipo de secuencia predomina el
tiempo presente del indicativo y se busca generar una ilusión de objetividad;
pues la explicación se presenta como una verdad no abierta al debate. En ella
no se pretende discutir, sino hacer comprender al interlocutor algo que
desconoce o que no entiende. Los géneros discursivos en los que predomina la
secuencia expositivo-explicativa son, por ejemplo, la clase teórica y la
respuesta de parcial.
La secuencia argumentativa se estructura a partir de la postura
que se adopta con respecto a un problema controvertido. Para convencer al
interlocutor de que la postura propia es la más adecuada, se despliega una
serie de argumentos o razones que funcionan como los pilares que la sostienen.
Los géneros discursivos en los que predomina esta secuencia son, entre otros,
la nota de opinión y el ensayo.
La secuencia dialogal se caracteriza por la alternancia de
voces; su estructura es la de un diálogo y los géneros discursivos que los
predomina son, entre otros, los guiones de cine o televisión, las obras de
teatro, la conversación cotidiana y la entrevista.
En la secuencia instruccional se presenta consejos y/u órdenes. Es
habitual encontrar en ella el modo imperativo, ya que se apela a la segunda persona
para que lleve a cabo las acciones que se consideran convenientes para lograr
un determinado objetivo. Este tipo de secuencia predomina en los manuales de
uso, las recetas de cocina y los reglamentos.
Es
importante señalar que hablamos de predominio de una secuencia determinada ya
que a la secuencia dominante suelen subordinarse otras. Tal es el caso, por
ejemplo, de la secuencia descriptiva que se inserta en una obra de teatro (cuya
secuencia dominante es dialogal) con el fin de disponer personajes y objetos en
escena.
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